Increíblemente, ya estamos atravesando la mitad de este año, muy particular y complejo. Todos, en mayor o menor medida, debimos modificar nuestras rutinas y prácticas de la vida cotidiana para adaptarnos a las condiciones en las que estamos viviendo, actualizando y construyendo, en el mejor de los casos, una nueva versión de nosotros o de nuestra actividad.
Muchas veces los recursos para ajustarse a las condiciones que se presentan son escasos pero, de igual manera, es posible encontrar herramientas para interactuar con el público, promocionar productos y servicios y, en definitiva, vincular una marca con sus clientes potenciales (e incluso fidelizar a esos que ya le son próximos). Y, sin dudas, el marketing digital tiene muchas opciones para brindar al respecto.
En tiempos del auge de la virtualidad y las publicaciones ilimitadas, surgen algunas preguntas: ¿Cómo diferenciar nuestra marca entre tantas? , ¿Cómo generar contenidos que realmente la beneficien? Es por eso que en este post vamos a hablar de un paradigma en marketing, que ya anticipamos como tendencia hace algún tiempo, https://marketinados.com/tendencias-2020-anticipate-al-marketing-digital/ y hoy nos ayudará a encontrar algunas respuestas a estas inquietudes: el inbound marketing.
¿De qué hablamos cuando hablamos de «inbound marketing»?
El inbound marketing se incluye específicamente dentro del marketing digital y, según Halligan y Shah (2010, citado en Vesga, 2020), puede definirse como “la estrategia de generar contenido relevante, de alto valor, con el propósito de generar interés en los futuros clientes ”(pp125). Se trata, entonces, de idear y crear contenido de calidad con un objetivo primordial: establecer un vínculo con los clientes y / o clientes potenciales, que permite fidelizarlos con la marca a largo plazo.
Este paradigma implica un cambio sustancial en marketing, ya que se concentra en dar lugar a un intercambio mucho más personalizado con los usuarios, evitando caer en la masividad y siempre partiendo de los deseos y necesidades que estos manifiestan. Como puede advertirse, lo fundamental es la relación, no necesariamente concretar la venta de un producto o servicio a corto plazo.
Concretamente, la metodología consta en una serie de técnicas dirigidas a incrementar el número de visitas en las diferentes plataformas o medios digitales que la marca utilice para comunicar y publicitarse, logrando que estas personas, a largo plazo, se conviertan en seguidores de la marca.
Todo esto no de manera indiscriminada y generalizada, sino mediante la publicación de información y contenido relevante y significativo para los usuarios que la reciben. El objetivo principal, como lo explica Vesga (2020), es generar interacción con los usuarios, validándolos y otorgándoles un lugar central; así, el marketing trasciende y va más allá de los datos, pretendiendo establecer una relación cargada de sentido y valor con los clientes, que posibilite el intercambio y retroalimentación constantes.
Es por este motivo que la clave radica en la comunicación; específicamente, en un estilo de comunicación asertiva, veraz y confiable, que aporte un valor agregado a quien la recibe y que, en la retroalimentación, permita identificar los deseos de los clientes, sus valores, estilos de vida y lo que esperan de la marca.
Pero, ¿Cómo construir este vínculo con los clientes? Y más específicamente, ¿Cómo lograr que el contenido que se crea colabore con este objetivo? Veamos.
Claves a tener en cuenta
- Potenciar la confianza y sentido de pertenecía con datos relevantes y de importancia para el público al que van dirigidos. La clave es ofrecer información que sea significativa para nuestros destinatarios, que resulte de interés y aporte.
- Una consecuencia del punto anterior es definir y caracterizar el público al que está dirigido el contenido a publicar; cuáles son sus necesidades, qué medios eligen a la hora de buscar recursos que las satisfagan, qué tipo de contenidos le son de preferencia, cuáles son sus valores y estilo de vida y, en definitiva, qué les resulta de interés.
- De lo anterior, se desprende la necesidad de contar con una base de datos. Con este fin pueden utilizarse herramientas sofisticadas como los software; sin embargo, cuando no se cuenta con este recurso, las diversas plataformas que utilizamos para comunicarnos pueden en sí mismas aportar datos de relevancia que, si sabemos reconocerlos, pueden brindar mucha información útil respecto a las preferencias de los clientes. De hecho, como lo manifiesta Salas Nestares (2010), las redes sociales por si solas tienden a segmentarse según aficiones, intereses, etc. A partir de esto, se comprende la importancia de que el intercambio sea real, lo cual nos lleva al siguiente punto.
- Es fundamental que la retroalimentación esté presente como elemento permanente, es decir, que la comunicación sea de doble vía, no unidireccional. En acuerdo con lo que expresa Vesga (2020), la propuesta es que los usuarios no se sientan consumidores pasivos, sino responsables activos de sus búsquedas, capaces de reconocer y manifestar cuáles son sus deseos, necesidades o valores, y decidir de manera comprometida sobre sus consumos, sabiendo que la marca los considera y hace parte.
- No ser intrusivos. Menos es más; no se trata de publicar indiscriminadamente -lo cual genera rechazo, generalmente-, sino que la información respecto a los productos y servicios que se ofrecen, tanto en calidad como en cantidad, tenga un sentido para quien la recibe, por simpatizar con sus criterios. No resultaría beneficioso imponer.
Como siempre, desde MARKETINADOS esperamos que nuestros pequeños aportes te resulten útiles; sin dudas el inbound marketing tiene mucho para brindarle a tu marca en este momento, optimizando recursos y adecuándose a este contexto tan particular, así que ¡Manos a la obra!
Fuentes
Vesga, N. E. (2020). Inbound marketing: de la confianza a la venta. En Puertas-Hidalgo, R., Abendaño, M. & Valdiviezo-Abad, C. (Eds.), (2020). Comunicar: de la táctica a la estrategia. Cuadernos Artesanos de Comunicación, n°178 (pp.117-134). La Laguna (Tenerife). Recuperado de: http://www.cuadernosartesanos.org/2020/cac178.pdf#page=117
Salas Nestares, M. I. (2010) La publicidad en las redes sociales: de lo invasivo a lo consentido. Icono 14. Vol 8 (1). 75-84. Recuperado de: file:///C:/Users/PC/Downloads/Dialnet-LaPublicidadEnLasRedesSociales-3301280%20(1).pdf