Podemos establecer diferentes perfiles de empresarios de acuerdo al objetivo de tamaño y al estilo de trabajo.
Así encontramos al castor; este tipo de empresario corresponde a la categoría más difundida en el planeta. El castor es un generalísta interno pequeño. Él quiere hacer todas las actividades que provengan de su negocio y sólo delega las tareas que no necesitan una capacidad decisoria. Es interno porque mira más a su negocio que al entorno, y pequeño porque no tiene ningún interés de crecer más allá de su territorio; es localista y trabaja muy duro en una región hasta dominarla.
Como en la naturaleza, el castor trabaja metódica y sostenidamente para construir su guarida y mantenerla con provisiones. El castor no acepta socios y rechaza cualquier tipo de alianza estratégica Estos son los datos que debemos considerar cuando queremos llevar adelante algún negocio.
El castor, antes de aliarse , prefiere a los bancos o prestamistas para financiar sus proyectos.
El oso es el tipo de empresario que sueña con un imperio. Quiere ser el monarca de un extenso territorio que defiende «devorándose» a cualquiera que pretenda invadirlo. Es un generalista interno grande ya que quiere ocuparse de todos los detalles de su negocio. Este negocio es a lo único que le presta atención.
Intenta crecer sin un límite fijado. Su crecimiento suele ser rápido ya que su estrategia es agresiva; intentando incorporar todos los procesos en su industria bajo su reinado para no depender de nadie.
Como el castor, el oso sólo quiere crecer en una sucursal propia. No son de su agrado los socios y alianzas.
El mono, en otro extremo, es un especialista externo pequeño; sólo hace lo que considera que sabe hacer bien delegando lo demás a quienes tengan mejores conocimientos que él. Su negocio es una consecuencia de observar y analizar el entorno, no quiere perderse nada de lo que ocurre.
Tiene límites para su crecimiento más allá de los cuales no le interesa expandirse.
Su característica principal es la de trabajo en equipo. Sus colaboradores tienen un gran poder de decisión, real, y están enfocados como grupo a mantener la empresa pequeña y concentrada.
El mono acepta todo tipo de alianza y asociación. Cree que esto puede generar un ahorro de tiempo y dinero. Además, su curiosidad innata lo lleva a probar cambios y nuevos emprendimientos. No le interesan las propuestas de financiamiento bancario; no los considera amigos ni socios. Prefiere arriesgarse con socios reales aún resignando ganancias pero trabajando en equipo totalmente.
Por último, está el canguro. Al igual que el mono es un especialista externo ya que se dedica a lo que sabe y mira la economía como un sistema global. Pero, el canguro intenta ir mucho mas allá de los límites propuestos. Quiere crecer rápidamente, a grandes saltos. Hará asociaciones que le posibiliten esto. Trabaja en red y con múltiples alianzas que le permitan avanzar a «paso agigantado»
En semejanza con el mono, no tiene simpatía por los bancos como socios.
Ahora bien, ¿A quiénes debemos buscar para ser exitosos en nuestro negocio? ¿ Qué perfil nos favorece? Los entrepeneurs que deben buscar las corporaciones para plantear alianzas son los monos y canguros. Sin embargo, las posibilidades de alianza con cada uno de ellos tienen características diferentes.
El mono buscará una empresa como la de él o una persona física que aporte los recursos necesarios para el desarrollo del proyecto. Una vez que queda armada la empresa, el mono se encargará de afianzarla.
El canguro una vez concretada la alianza la dejará funcionando y casi al día siguiente irá a buscar la próxima.
