Todos sabemos que trabajar en pro de objetivos separados, en compartimentos estancos, ya no sirve. Menos aún cuando aplicamos estrategias de marketing digital las cuales deben ser intensivas y estar dirigidas a un mismo fin.
Las redes sociales deben estar en sintonía y demostrar armonía cuando son aplicadas a un emprendimiento para su publicidad y anuncio.
Muchas veces, suelen usarse, además del mismo nombre, un diseño similar. Por ejemplo, la página web, la página de facebook y twitter, acostumbran portar imágenes similares, textos y colores a tono. Tienen puntos en común que hacen que el usuario las identifique como conjunto y complemento. Las redes deben tener un distintivo identificador del negocio.
Jon Myers de Marin Software presentó en una conferencia un caso en el que demostró que la cantidad de clics se duplica cuando la búsqueda y las redes sociales están integradas. Es un «interesantísimo» dato que nos da a conocer los puntos a favor que podemos obtener si integramos los buscadores web con las redes sociales para dirigir la publicidad a nuestros clientes de una forma más efectiva.
Funcionaría como una selección de mercado en la cual apuntalamos a clientes potenciales con mayor precisión.
Cuando integramos estos canales de marketing digital observamos que su funcionamiento conjunto, a modo de sistema, supera a la suma de los funcionamientos independientes. Aquí aparece el «valiosísimo» término utilizado en el marketing contemporáneo, «sinergia».
Está comprobado que los clientes potenciales o usuarios que están expuestos a anuncios de búsqueda y de redes sociales simultáneamente, ofrecen casi el doble de posibilidades de venta que los que solo están siendo captados por anuncios en los buscadores.
Además, se ha observado que quienes están expuestos a ambas campañas tienen tendencia a gastar más, comprar más.
Datos sencillos que nos indicarían que invertir en ambas campañas podría redituarnos el doble de ingresos .
Es necesario que para integrar campañas, estén previamente integrados los grupos de trabajo. El recurso humano encargado de estas tareas debe tener cultura de «trabajo en equipo» y saber cómo actuar y compartir las ideas. Estar coordinados y tener el objetivo común claro.
Obviamente no resulta tan fácil lograr la coordinación necesaria, juntar cada una de las partes del negocio para trabajar en equipo. La premisa básica debe ser partir de un objetivo claro y puntos de acción coordinados.
Un buen equipo de trabajo siempre es fundamental ya que en definitiva serán las personas que lo integran quienes lograrán o no un buen funcionamiento.