El historial de búsqueda de cada usuario guía nuestra pauta sólo a quienes están interesados.
Lo que cada persona busca dice mucho de como es, quién es, sus gustos, preferencias. Podemos conocer hasta su estado de ánimo si prestamos atención a lo que necesita.
Si queremos evaluar en qué está interesada una determinada población, nación, podemos averiguar mucho chequeando sus intereses, las preguntas y consultas que realizan, la información a la que acceden y su manejo en las redes.
Si analizamos todos estos datos con ojo crítico y con algún profesional de psicología o recurso humano seguramente podremos saber más de esas personas que su mejor amigo.
Internet, se ha vuelto una herramienta importante que desinhibe a la gente, nadie se siente avergonzado ni tiene temor sobre lo que puede consultar.
Lo cierto es que ante cualquier duda o necesidad recurrimos a la web y nos encargamos de encontrar las respuestas.
Las búsquedas son un objetivo y útil medidor de las intenciones de los usuarios. Dato que nos puede ayudar en gran medida cuando tenemos un proyecto, queremos vender algún producto o servicio. Podemos, con esto, incluso saber a dónde se encuentra el posible mercado meta. Analizando sus propósitos, intenciones.
Los datos de búsqueda nos aconsejarán sobre qué anuncios ofrecerle al usuario, y en qué contexto. Para esto es fundamental conocer la intención.
Sandra McDill resumió este tema de una forma excepcional en una conferencia. Realizó una analogía a este tema con la compra de flores en un hospital.
Entonces, veremos el caso. Existe la tecnología y recursos necesarios para detectar y localizar al comprador de flores y lanzar un anuncio sobre esto. Sin embargo, a pesar de poder generar nuestro anuncio localizado, desconocemos la intención del cliente. Para qué necesita las flores. Nos sirve saber cuál es la utilidad, la intención de la compra, lo que subyace a la misma.
Este cliente podría buscar flores para diversos acontecimientos: dar la bienvenida a un recién nacido, despedir a un fallecido, agradecer a algún profesional por su buena atención a un pariente enfermo, entre muchas otras posibilidades.
Cada una de estas situaciones requiere de un enfoque diferente. La localización de un cliente, o usuario en caso de búsquedas web, no es suficiente. No dice nada por sí sola. Necesitamos saber la intención de la búsqueda para ofrecerles un anuncio que se complemente perfectamente con lo que en realidad están buscando.
Esta «habilidad» humana de detectar cuál es la intención es fundamental.
El marketing digital sigue necesitando ampliamente del recurso humano capacitado que sea capaz de encontrar el éxito en sus análisis y percepciones.